Diario
La Nación
Buenos
Aires, 23 de Marzo de 2004
Sección
Exterior - Página 4
Una actitud cobarde que excedió la línea roja (ver)
Por Suhail Hani
Daher Akel *
Para LA
NACIÓN
Es uno de los tantos crímenes cobardes. El asesinato terrorista israelí contra el líder espiritual Ahmed Yassin, excedió las más sensibles líneas rojas. Y la satisfacción de Sharon es irritante.
Sharon dio el primer paso para alcanzar su objetivo final de asesinar al líder y presidente democrático Yasser Arafat, cercado militarmente desde 2001, en un obstinado intento para descabezar el liderazgo palestino, fisurar la unidad y crear dentro de sus muros de apartheid, guetos palestinos serviles a Israel.
Esta actitud de Sharon, en busca de la respuesta palestina, está destinada a justificar nuevas y renovadas masacres, sobre la base del mito oficial israelí del terrorismo, y de ese modo aplicar su política terrorista de extermino.
El pueblo de Israel debe sumarse a los objetores de conciencia del ejército israelí y los sectores avanzados para pedir la renuncia del gobierno de Sharon y elegir a un gobierno comprometido con la paz y no amante de la violencia y la destrucción.
“Sharon dio un primer paso para asesinar a Arafat”
Israel debe comprender que no puede mantener esclavizado al pueblo palestino durante 37 años de ocupación, privándolo de sus derechos esenciales a la existencia.
El único destino de Israel, como potencia ocupante, es retirarse de los territorios ocupados en 1967, incluyendo Jerusalén. En la medida en que Israel persista en mantener la ocupación y fortalecer el fuego del infierno como madre de la violencia, indudablemente va a generar violencia y en la misma quedan envueltos ambos pueblos.
Resoluciones de la ONU
Sharon no puede dejar de percibir que la permanente humillación del pueblo palestino fortalece su unidad y sus deseos de libertad. Motivo por el cual debe facilitar la rápida salida digna y negociada.
El ensordecedor silencio debe estallar y pasar del discurso de la diplomacia al discurso de la acción. La condena de Europa, del Santo Padre y el resto del mundo se hizo sentir rápidamente. Nada conmueve a Israel, y todo lo deja reducido a tinta sobre papel.
Se deben hacer cumplir definitivamente las resoluciones de la ONU, que exigen a Israel el fin de la ocupación; de la construcción del muro; de los asentamientos y la ocupación de Jerusalén. No se puede mirar al costado mientras Israel inculca la cultura del odio en la región.
* Embajador de Palestina en la Argentina