Periódico
CEID
Buenos Aires, Argentina – junio de 2002
El Bantustan de Sharon (ver)
Por Suhail Hani Daher Akel *
En 16 meses de gobierno de Ariel Sharon, el presidente Bush lo recibió 6 veces y nunca recibió al presidente Yasser Arafat. La falta de objetividad demostrada por el presidente Bush, permite que reciba a líderes árabes para tratar en conflicto palestino-israelí, pero no recibe a los palestinos. Y mientras en su dialéctica habla sobre un Estado palestino, en el terreno le da luz verde a Sharon para atacar la Presidencia en Ramallah, intentar asesinar al presiente Arafat y llevar su limpieza étnica sobre el pueblo palestino. Esta política ambivalente de Estados Unidos lo aleja como garante de los acuerdos y lo convierte, sin dudas, en un consorte de Sharon en las muertes de civiles palestinos e israelíes.
En la confusión de los roles que se intenta dar entre ocupante y ocupado, estamos de acuerdo que Israel tenga derecho a su defensa, tal como reza Bush. Pero en realidad, la defensa israelí debe ser dentro de su Estado y no en un Estado extranjero sometido a su ocupación militar. Llamados a la reflexión, ¿acaso esta defensa no le asiste también al pueblo palestino bajo la ocupación de 35 años y el actual terrorismo de Estado israelí y el terrorismo de los colonos ilegales?
Mientras Sharon impone sus condiciones colonialistas frente al presidente Arafat con la complacencia del presidente Bush, los F16, los helicópteros Apaches y blindados israelíes arrasan al pueblo civil palestino en sus casas, aldeas, ciudades y campos de refugiados, profanando los Lugares Sagrados para la Humanidad y destruyendo su infraestructura. La falta de reacción ante el holocausto palestino, se hace cuerpo con la falta de reacción internacional ante la agresiva verborragia de Sharon en el estadounidense diario The New York Times, fijando su posición sobre un Estado palestino, que más que un Estado soberano termina siendo un Bantustán; mostrándose víctima del terrorismo palestino para imponer el terrorismo israelí y oponerse regresar a las fronteras de 1967, poner fin a la ocupación de Jerusalem Este y con fuerte amnesia diplomática llamar a una conferencia global de paz con los árabes.
El mismo día que la pluma de Sharon ilustró su violencia en el diario americano, el Consejo de Seguridad en su reunión 4552 (13 de junio de 2002), reiteró su preocupación, el fin de la violencia y la ocupación. Resolución que generalmente con el veto o en la práctica, es eclipsada por Estados Unidos y convertida en tinta sobre papel por Israel, tal como fueron convertidas las últimas resoluciones del Consejo de Seguridad 1397, 1402 y 1403. Un eclipse que alcanzó alterar las intenciones del llamado grupo de los Cuatro, pese a que Estados Unidos es una de las partes; los tres restantes, la ONU, la Unión Europea y Rusia, se quedan sin aire para imponer sus acciones ante el genocidio de la Potencia Ocupante.
*Embajador de Palestina en Argentina