Diario
La Nación
Buenos
Aires, 26 de febrero de 2004, Pag. 3
Una división racista que profundiza el odio
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Por: Suhail Hani Daher Akel *
Apelar a la seguridad de un país, ¿es construir un Muro?. La política de Sharon fue aprovechar la invasión a Irak y su destrucción, para instrumentar la limpieza étnica, potenciar los asentamientos y acelerar la construcción del Muro de Apartheid, invocando el mito oficial de luchar contra el terrorismo por la seguridad de Israel. La madre del terrorismo y la inseguridad para ambos, es la violencia de la ocupación a Palestina y su capital Jerusalem Oriental, desde hace 37 años.
Sharon, un hombre de guerra, situó a su pueblo israelí y al ocupado pueblo palestino en el centro de la tragedia y los bañó de sangre. Todos sus planes engañosos solo apuntan a desviar y profundizar el conflicto, para destruir al presidente democrático Yasser Arafat, la unidad palestina y la desintegración de la patria palestina en cantones y ghettos al servicio de Israel.
El Papa, Europa, el mundo y sectores israelíes, exteriorizaron su disconformidad con la construcción del Muro y lo consideraron ilegal e inmoral. La ONU con 144 votos -incluyendo el de la Argentina- en su resolución ES-10/13, condenó a Israel y exigió congelar su construcción. Nada movilizó a Sharon. Hizo caso omiso y apeló a la seguridad. Omitiendo que Israel, Potencia Ocupante, debe velar por la seguridad del pueblo ocupado según los Convenios de Ginebra.
La resolución ES10/14 del 8 de diciembre, elevó la cuestión del Muro a la Corte Internacional de Justicia-CIJ en la Haya, abierta fue el 23 de febrero (“Día del rechazo y la protesta”, para la OLP) sin participación norteamericana y parte de europea, alegando que la CIJ no solucionará la situación y solo pone en riesgo el proceso de paz. ¿Pero cuál proceso de paz?. Si Israel violó cuanto acuerdos y tratados firmó con Palestina desde 1993 hasta el Mapa de Ruta de 2003.
No imaginamos al pueblo israel -en cuya conciencia yace los ghettos europeos-, deseando vivir amurallado. Si así fuese, el muro debe pasar por los limites y no por el interior de Palestina, enjaulando a ciudades enteras. La huida de Israel de la CIJ, registra la avidez de no solucionar el conflicto. El resultado del Muro de Apartheid, además, de separar a las familias palestinas de la sociedad palestina; expulsarlos de su tierra, es que Israel anexara el 58 % de Palestina, incluyendo Jerusalem Oriental.
Se podrían mostrar miles, miles de fotos de palestinos asesinados por el terrorismo israelí desde 1948, como intenta mostrar Sharon para justificar su Muro Racista. No es el recurso. Si Israel quiere la solución, debe poner fin a la ocupación, dar lugar a la restitución del Estado de Palestina y trabajar juntos por la seguridad de ambos, sin muros que profundizan el odio.
*El autor es el Representante Diplomático Palestino en la Argentina
