Diario
Clarín
Buenos Aires, Jueves, 19 de mayo de 1994
La OLP en la Argentina dice que el apoyo económico externo es imprescindible
Palestina necesita dólares (ver)
Por Suhail Hani
Daher Akel
Representante
de la Organización para la Liberación
de Palestina-OLP en la República Argentina
Asiduamente, los israelíes manifiestan que ganaron las guerras, pero no ganaron la paz. Sin duda, hacer la paz es más difícil que hacer la guerra.
Nosotros propusimos la paz y coincidimos con los israelíes en que el acuerdo firmado en Washington el 13 de septiembre de 1993 es el único camino posible.
A pesar de la violencia de la masacre de Hebrón a manos de un terrorista israelí; del atentado en venganza a un colectivo de pasajeros israelíes, llevado a cabo por un extremista palestino; de los desencuentros, de las idas y vueltas de las distintas comisiones de trabajo palestino-israelíes y de los fanáticos e intolerantes que se oponen al proceso, los acuerdos son irreversibles. Esto quedó demostrado luego de la firma de El Cairo el 4 de mayo. Pero si este período de transición acordado de cinco años no resulta positivo a nivel económico, será un completo fracaso.
Al mismo tiempo, es imposible un desarrollo económico efectivo sin independencia.
Esta ambición popular fue comprendida por el mundo, que no vaciló en apoyar el acuerdo y fortalecer la reconstrucción de Palestina. Los Estados Unidos, país anfitrión, llamaron el 1 de octubre de 1993 a una conferencia internacional para financiar a Palestina con la presencia de 43 países – incluyendo a Israel- en la que se recaudaron 2.000 millones de dólares.
Del mismo modo, la cooperación económica fue manifestada por Inglaterra, tras la visita del secretario británico del Foreign Office, Douglas Hurd, a la Franja de Gaza a principios de este año. Hurd anunció la ayuda de su país de 100 millones de dólares, incluyendo 5 millones anuales que se concederán a la División UNRWA de la ONU para los refugiados palestinos.
Por su parte, Noruega, país sede de los acuerdos secretos OLP-Israel, aportará su ayuda al abastecimiento de transporte, electrificación, potabilización de aguas, sanidad y educación.
Italia, en la Conferencia de Washington, prometió una ayuda anual de 16 millones de dólares durante los próximos 5 años. La Ministra de Comercio Exterior de Holanda, Ivonne Van Rooy, anunció la construcción de un puerto flotante en la Franja de Gaza de un costo de 55 millones de dólares, en el que su país cooperará en un 40 por ciento.
Al mismo tiempo, franceses e italianos están dispuestos a construir un puerto en Gaza, que se sumará a este proyecto.
La Dirección de la Cooperación para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria de Suiza ofreció, tras los acuerdos firmados en Washington, un aporte económico de 60 millones de francos suizos durante el período 1994-1998.
También España, Alemania, Francia y el Japón se han sumado al desarrollo económico y social del pueblo palestino, del mismo modo que lo prometió la República Argentina, por expresa disposición de su presidente, el Doctor Carlos Menem. Esto fue manifestado personalmente por su Canciller, Guido Di Tella, al Presidente Yasser Arafat, en Túnez.
Lo cierto es que Palestina, con una infraestructura devastada, requiere absolutamente todo para su reconstrucción: agua, electrificación, comunicaciones, industrias, aeropuertos, carreteras, viviendas. A modo de ejemplo, el caso de la vivienda es catastrófico, porque es necesario construir 130 mil. Según el Departamento Económico de la OLP, la construcción demandará en los próximos cinco años la suma de 13.500 millones de dólares. El desafío ya está en manos de nuestro pueblo y en el compromiso de la comunidad internacional. Pero, fundamentalmente, será necesaria la cooperación palestino-israelí.
