Diario
La Nación
Buenos Aires, Miércoles 4 de octubre de 2000
Hay dos víctimas: los palestinos y los israelíes (ver)
El embajador palestino acusa a Barak por la violencia; pidió ayuda
argentina.
El representante
de la Autoridad Palestina cree que "Israel ignora todo lo firmado"
Un ex refugiado que debió huir de su tierra en 1948, con sólo dos años, el representante palestino entregó al presidente argentino un documento en el que le pide su mediación en la actual crisis, de la que responsabiliza con exclusividad a Israel, y ante la cual no puede ocultar su preocupación mientras la cifra de muertos aumenta.
-¿La visita de Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas fue el factor detonante de esta nueva intifada o existen otras causas más profundas detrás?
-Fundamentalmente esto ha sido una provocación del ex general Ariel Sharon, que es el líder del partido Likud y un reconocido criminal de guerra. Pero de esta provocación de Sharon no estaba ajeno el gobierno de Israel, ya que él estaba acompañado por 2000 soldados israelíes cuando entró (el jueves último) en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Esto, por supuesto, desató el malestar palestino y de sectores progresistas israelíes.
-¿Ustedes responsabilizan a Israel por la violencia?
-Esperábamos una inmediata reacción de parte del gobierno del primer ministro Ehud Barak por estar comprometido en el proceso de paz, pero lamentablemente no fue así. Por el contrario, el ejército israelí inundó la Ciudad Vieja con sus soldados y comenzaron a reprimir muy fuertemente a la población civil.
"El 30% de los muertos son niños menores de 12 años. El ministro de salud palestino comunicó hoy (por ayer) a la señora Souha Arafat que el 40% de los mártires palestinos recibió impactos de bala en la cabeza y en el corazón, lo que confirma la presencia de francotiradores entre los soldados israelíes con orden de matar.
-¿Cuánto más cerca se está de la paz, mayores son los esfuerzos de los extremistas para evitarla?
-Sin lugar a dudas los sectores más fanáticos siempre están dispuestos a abortar cualquier intención de paz entre las partes. Pero si no se cuenta con la colaboración del gobierno de una de las partes para detener a esos grupos fanáticos, es imposible detener ese avance de violencia.
-¿Del lado palestino no hay también sectores no comprometidos con la paz?
-Sí, sí, por supuesto que ambos lados tienen grupos fanáticos que están comprometidos con la violencia, pero creo que en el lado palestino nuestro gobierno ha hecho todo lo posible para detener el avance de esos sectores. Pero, en verdad, tampoco se puede avanzar mucho cuando hay una gran falta de cumplimiento por parte de uno de los firmantes, como es el caso de Israel, que ha hecho todo lo necesario para ignorar todo lo firmado.
-¿Con qué grado de legitimidad cuenta aún Arafat, cuando algunos sectores palestinos, como el encabezado por el coronel Abu Musa (ex Al Fatah), reclaman su renuncia y lo critican por ceder a las presiones de Estados Unidos?
-En principio, Abu Musa no representa intereses palestinos, ya que es el autor de la masacre de 5000 palestinos en el Líbano. Por otra parte, nosotros somos una democracia. El año último hubo elecciones en las que el 88,1% de los votos fue para Arafat. Nuestra firmeza quedó perfectamente evidenciada en Camp David, donde Arafat dejó definido que el Estado de Palestina no podía ser proclamado sin que Jerusalén fuera su capital. Por otro lado, no aceptamos presiones absolutamente de nadie.
"El presidente Arafat está dirigiendo sus esfuerzos para obtener la independencia de la forma más digna y justa para el pueblo palestino y de la forma más digna y justa para el pueblo israelí. No se olvide que en esto hay dos víctimas: el pueblo palestino y el pueblo israelí, que están sufriendo y compartiendo la amargura de sus muertos.
-¿Arafat está en condiciones de ordenar ahora mismo el fin de la intifada?
-Las intifadas de 1976, 1987 y 1996 han sido controladas y lideradas por la OLP y respondían a la única voz de mando de Yasser Arafat. Él tiene el control de las fuerzas armadas y el pueblo lo respeta y obedece. Pero, ¿qué podemos hacer cuando hay una parte que no cumple sus compromisos y no tiene tapujos en disparar sus armas sobre los pechos palestinos?
Javier Navia (periodista)
