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Una vida dedicada a la paz entre los Pueblos y
la dignidad y libertad para su pueblo de Palestina

Diario El Informador
Buenos Aires – Viernes 15 de enero de 1993

Entrevista con Suhail Hani Daher Akel, director de la oficina de la OLP en la República Argentina

El golpe que nos quiebra la espalda nos impulsa a seguir adelante (ver)

Por Ricardo Lazcano, periodista

En una oficina de varias plantas muy comparable a una embajada, con literaturas palestinas y típicas artesanías de nácar y madera de olivo, el representante de la OLP en la Argentina nos manifestó su preocupación por su pueblo y el congelamiento de la conferencia de paz, al tiempo que destacó la buena voluntad del gobierno argentino de permitirles funcionar libremente en el país, sin disimular su optimismo con respecto a que “muy pronto los palestinos tengan la posibilidad de contar con su embajada en la Argentina”.

-Israel argumentó que la deportación de palestinos se produce luego del asesinato de varios soldados israelíes. ¿Son los verdaderos argumentos?

-Nosotros no estamos de acuerdo con los hechos de violencia, pero no somos los generadores de la misma, no se olvide que esto soldados pertenecían a un ejército que está ocupando militarmente a nuestra patria, asesinando y reprimiendo a nuestro indefenso pueblo durante décadas. Estamos de acuerdo con que se identifique a los culpables y se los aprese, pero no se puede aceptar ni justificar la deportación de centenares de seres humanos, arrancándolos del seno de sus familias, aislarlos del mundo y exponerlos al hambre, a las enfermedades, al frío casi polar y a la tortura psicológica de vivir en medio de dos ejércitos y aviones de guerra que sobrevuelan bombardeando las inmediaciones. Deseo recordar un caso ocurrido el 6 de abril de 1988, en la aldea palestina de Beita, ubicada en la Ribera Occidental, la misma fue asaltada por colonos judíos, quienes entraron disparando sus fusiles M16, asesinando a dos jóvenes palestinos de 19 y 29 años, durante el episodio apareció muerta una niña israelí de 15 años, de un disparo en la cabeza. Esto dio pie para que el ejército israelí entrara en la aldea, demoliera ocho hogares palestinos, encarcelara a decenas de personas y asesinara a un niño de 16 años, luego la Justicia israelí comprobó que el asesino de la niña era uno de los colonos, llamado Roman Aldubi, de 26 años, perteneciente al asentamiento israelí de Elom Moret.

-¿Con esto quiere significar que se utilizó de excusa el asesinato de los soldados para deportar a los palestinos?

-Eso no lo puedo asegurar, no obstante hasta el momento no se encontró a los autores del hecho. Sin embargo el primer ministro Rabin exige el cese de nuestra Intifada (levantamiento popular) a cambio de rever el caso de los deportados en forma gradual durante dos años, en ese caso la lectura de la situación es distinta, ya que la administración israelí estaría buscando alejarse de las conversaciones de paz con los palestinos y canjear en base al sufrimiento de nuestro pueblo los reclamos de la Intifada para conseguir nuestro s derechos nacionales y soberanos sobre nuestra tierra.

-¿La OLP aceptaría el cese de la Intifada?

-No, por el contrario, la Intifada cada día se incrementa más. Hay un dicho popular palestino que reza: “El golpe que nos quiebra la espalda nos impulsa a seguir adelante”. Nuestra Intifada es similar a la de ustedes, los argentinos, cuando tomaron las piedras y el aceite hirviendo para desprenderse de la ocupación inglesa en la época del virreinato.

-¿Cómo observó la reacción internacional ante el caso de los palestinos deportados a la “tierra de nadie”?

-En primer lugar la “tierra de nadie” no es tan así, esa tierra es territorio libanés usurpado por Israel en 1982. El 18 de diciembre del ’92, el Consejo de Seguridad de la ONU, en su resolución 799, “condena firmemente la acción tomada por el poder ocupante” y le exige en su punto cuarto ”el retorno inmediato de los deportados a los territorios ocupados”. Al mismo tiempo la Comunidad Europea condenó esta actitud israelí que viola las decisiones de la IV Convención de Ginebra de 1949, sobre los derechos humanos y los derechos civiles en tiempo de guerra. No obstante, Israel –único país creado mediante una resolución de la ONU- hizo caso omiso a esta resolución, del mismo modo que con toda impunidad jamás acató las resoluciones de las Naciones Unidas que le exigen la retirada de los territorios ocupados a Palestina, incluso de Jerusalem.

-¿Cómo se encuentran actualmente las conversaciones de paz iniciadas en Madrid en 1991?

-Sin dudas, Israel clavó su daga en el corazón de las conversaciones de paz. Nosotros estamos poniendo todos nuestros esfuerzos para alcanzar una paz digna para ambos pueblos y Estados. Hemos abierto nuestros corazones y nuestros brazos, pero para firmar la paz tiene que haber dos dispuestos a lograrla. Es imposible avanzar cuando una de las partes, en este caso la administración de Rabin, sigue esgrimiendo los tres no de la anterior administración de Shamir, no al retiro de los territorios ocupados, no al Estado de Palestina independiente y no al dialogo con la OLP. El presidente del Estado de Palestina, ingeniero Yasser Arafat, en distintas oportunidades, expresó su interés de reunirse con el premier Rabin para hallar juntos el camino de la paz, sin embrago, sistemáticamente fue negando ese encuentro. Lamentablemente Rabin está demostrando ser la otra cara de una misma moneda.

-¿Qué hay de cierto entre las reuniones secretas entre Siria e Israel?

-Israel siempre se evadió de la realidad e intentó tratados en forma separada con los distintos países árabes. Siria está en un frente común, junto con El Líbano, Jordania y Palestina en la Conferencia de Paz, y en distintas oportunidades manifestó su deseo de firmar la paz sólo a cambio de la retirada israelí de todos los territorios ocupados en las guerras de 1967 y 1982, pero si Israel logra seducir a Siria se estaría reflotando un nuevo Camp David (tratado de paz egipcio-israelí) que no logró pacificar la zona ni pudo evitar las guerras posteriores entre árabes e israelíes. Si en realidad Israel desea una paz verdadera en la región, debe asumir con toda madurez la solución a la cuestión palestina, columna vertebral del conflicto árabe-israelí y retirarse de las alturas del Golan sirio, de los mil kilómetros cuadrados ocupados al sur del Líbano y de los territorios ocupados al Estado de Palestina. De otro modo, Israel estaría acelerando una guerra fratricida en la región.

-Entonces usted considera que las conversaciones de paz fracasaron y quedaron en punto muerto.

-No, nosotros consideramos que es muy necesario el dialogo y seguimos aportando a la continuación de la conferencia de paz, pero para que se reanuden las conversaciones se debe solucionar el problema de nuestros 420 hermanos injustamente deportados.

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