Diario
La República
Montevideo
– lunes 3 de Octubre de 2005
Controversia diplomática
Embajador palestino acusa a colega israelí de “injerencia” en Uruguay (ver)
El embajador de la Misión de Palestina ante Argentina, Suhail Hani Daher Akel, acusó a su colega, el embajador de Israel ante Uruguay, de que “intenta realizar injerencias” con el fin de “disuadir” al Estado uruguayo para que no permita la anunciada apertura de una misión en Montevideo.
“Mi colega israelí se diluye por la falta de sinceridad”, escribió Daher Akel a La República. “Por un lado habla de los contactos con el gobierno palestino y, por otro, intenta realizar injerencias sobre un gobierno democrático para disuadir la apertura de la misión de Palestina”.
En declaraciones a La República, el embajador israelí Yoel Bernea no se opuso a la instalación de una misión palestina, reconociendo que “se trata de una decisión soberana del Estado uruguayo”. Recordó que “el Estado de Israel mantiene contacto con la Autoridad Palestina”, pero opinó que sería negativo que la representación de sus vecinos fuera asumida por diplomáticos con “visiones obsoletas que continúan pregonando la lucha armada”.
A continuación, publicamos un resumen de la misiva que Daher envió a La República:
“Señor Director
Doctor Federico Fasano Mertens
La injerencia en la soberanía de un país, no es bueno. Es llamativa la cautela asumida sobre la posible instalación de una sede diplomática de Palestina en Uruguay, aunque mi colega israelí se diluye por la falta de sinceridad. Fundamentalmente cuando por un lado habla de los contactos con el gobierno palestino y, por otro, intenta realizar injerencias sobre un gobierno democrático para disuadir la apertura de la misión de Palestina.
En cuanto a la simpleza en la referencia que aún no se ha construido un Estado palestino. Bueno, deberíamos analizar el porqué. Israel es la potencia ocupante, según las distintas resoluciones de las Naciones Unidas y, como tal, la ONU desde 1967 le exigió en decenas de resoluciones a esa potencia poner fin a la ocupación. Alga que hasta la fecha no hizo. Producto de esa ocupación es la falta de restitución del Estado de Palestina, el que además, ya había sido ahogado con la creación del Estado de Israel sobre Palestina en 1948, no solo ocupando una mayor cantidad de territorio asignado por la ONU, sino por no haber permitido jamás que el pueblo palestino resurja con su propio Estado, tal como lo decidió la resolución 181 de la ONU de 1947, cuando dispuso, sin el consentimiento palestino, la partición de Palestina en dos Estados: el palestino y el judío.
Es interesante recordar que la Organización para la Liberación de Palestina-OLP, con la memoria viva, reconoció al Estado de Israel en 1988, cuando declaró la independencia del Estado de Palestina, con su capital Jerusalem Este, sólo sobre los territorios ocupados en 1967. Sin dudas fue un gran gesto, al que Israel poco valoró t rechazó pese al dolor palestino de ver que el 78% de su territorio histórico de Palestina, lugar donde vivían judíos, cristianos y musulmanes, quedaba en manos de un nuevo Estado. Y sus esperanzas en el resto del 22%, fue colapsado con la ocupación de 1967 hasta la fecha.
(...) Es verdad que como consecuencias de esas presiones algunas de estas sedes se demoraron, sin embargo, con el tiempo los gobierno fueron aceptando las instalaciones de las mismas que hoy alcanzan a más de 90 representaciones y embajadas palestinas en el mundo. En América Latina, Uruguay es uno de los pocos países en los que Palestina aún no tiene sede diplomática a pesar de las excelentes relaciones con el actual gobierno y estamos convencidos de que pronto otorgarán ese derecho por el interés común del pueblo uruguayo y palestino.
Consideramos altamente significativa la relación con la amiga República del Uruguay, estamos seguros de que la presencia respetuosa entre ambas partes contribuye a un final feliz. Uruguay es un país que luchó por su democracia y su libertad y eso lo hace ser amante de la paz y conocedor de las injusticias. Quizás sea éste, el mejor aporte que pueda brindar un país amigo para que palestinos e israelíes luchemos juntos contra la violencia que nos perturba y vivamos uno al lado del otro como Estados amigos y vecinos, sin muros de Apartheid ni alambres de púas que nos separen y mitos odiosos que no benefician los intereses de ambos pueblos”.