Diario
Solidaridad Socialista
Buenos Aires – 19 de enero de 1998
“Luchamos contra un estado nazi" (ver)
Reportaje a Suhail Akel de la Oficina de Informaciones del Pueblo Palestino en la Argentina
¿Cómo fueron expulsados los palestinos de su tierra?
- Te cuento mi experiencia. Yo nací en Palestina, en Jerusalem Oriental. En 1948, cuando se creó –sobre territorio palestino- el seudo Estado de Israel, mi pueblo y mi familia tuvieron casi elección: un barco al destierro o un camión al desierto. Mi familia optó por América... y aquí estoy, mientras otros habitan nuestras casas. La masacre de Deir Yasin es un ejemplo de cómo los sionistas realizaron este despojo. De los 400 habitantes de esta aldea, 250 fueron asesinados a sangre fría el 9/4/1948 (incluyendo ancianos, mujeres embarazadas y niños) por los grupos paramilitares Irgun y Stern, dirigidos por el ex primer ministro israelí Menahem Begin y el actual Yitzhak Shamir. Esta fue sólo una de las matanzas que perpetuaron los sionistas. Así es como mi pueblo fue expulsado y despojado de su país. La represión actual es la continuación de Deir Yasin. Luego nunca pudimos volver a nuestra tierra.
-¿ Cómo viven los dos millones de palestinos que están bajo el gobierno del Estado de Israel?
- Israel es, al igual que Sudáfrica, un Estado basado en el “Apartheid”. Es decir, un Estado racista, cuya legislación divide a la sociedad de acuerdo a su raza. Un sector de la población es considerado superior, domina al Estado y tiene todos los privilegios. El otro es oprimido y no tiene derecho a nada, ni siquiera son considerados ciudadanos. Es la misma base que Hitler y los nazis –para quienes los alemanes eran una raza superior- aplicaron en los países que dominaron durante la Segunda Guerra Mundial contra los judíos. Hoy el sionismo hace lo mismo en Israel. Quienes peor viven son los palestinos de los territorios ocupados a partir de la guerra de 1967, es decir la Franja de Gaza y la Ribera Occidental del Río Jordán (llamada Cisjordania). Allí mi pueblo vive en campamentos de refugiados, en condiciones inhumanas. Hay familias palestinas de 10 o 12 personas que viven en una pieza de 4 por 4, compartiendo un pozo donde tienen que hacer sus necesidades y cubrirlas con tierra. No tienen derecho a nada. No pueden levantar la voz, izar su bandera o cantar su himno. Tampoco a un trabajo digno, ya que son explotados continuamente por la oligarquía Israelí. La mayoría de quienes viven allí trabajan como obreros por sueldos muy inferiores a los que cobra cualquier obrero israelí. Haciendo los peores trabajos y sin derecho a hacer reclamos o a formar sindicatos que los defiendan. Además las mejores tierras se las apropiaron los colonos sionistas y los que protestan contra esta situación son considerados “terroristas” y encarcelados o enviados a campos de concentración dignos de los nazi.
- Esta insurrección es una respuesta a esta situación...
- Esta insurrección popular ha madurado durante varias décadas y ya tuvo antecedentes, pero ahora las condiciones estuvieron dadas para que surgiera con mucha más fuerza. Esto muestra que es un pueblo que no quiere entregarse, no quiere ser sometidos ni oprimidos por aquellos que ocuparon su territorio y lo despojaron de todo derecho. Israel, el sionismo, el imperialismo yanqui no han podido en 40 años abatir a mi pueblo. Y ahora son los jóvenes palestinos los que salen a la calle, a enfrentar con piedras y palos las balas israelíes. Luchan con convicción: por su tierra, por su autodeterminación nacional y por sus legítimos derechos junto a su entidad nacional, la OLP (Organización para la Liberación de Palestina). Por eso no tengo dudas que podré volver a una Palestina liberada de la agresión sionista y del racismo.
Reportaje
de Alejandro Iturbe
