Diario
INFOBAE
Buenos
Aires, 12 de febrero de 2005
SUHAIL HANI DAHER AKEL Es el primer Embajador de Palestina acreditado en la Argentina. Licenciado en Relaciones Internacionales y casado. Tiene cuatro hijos. Se caracteriza por un trato cordial pero formal. También es un hombre de letras que en este momento trabaja en su quinto libro: Palestina, el por qué de la tragedia y un apasionado de los ideales de Yasser Arafa
PERFIL
PALESTINO DE HISTORIA Y DE CORAZON
El embajador recibió a Infobae en la puerta de una oficina de techos altos y paredes cubiertas de cuadros con fotos y diplomas. Detrás de su escritorio, una foto de su más admirado líder: Yasser Arafat. Mira a los ojos, estrecha con firmeza la mano e invita con un café palestino. Es un hombre de 58 años, nacido en la Vieja Ciudad de Jerusalem, en Haret El-Saadie. Tuvo que exiliarse para regresar 46 años después.
Debe acabarse la ocupación (ver)
Por periodista: Catalina Weiss
- ¿Cómo sería un eventual Estado Palestino? ¿Qué territorios abarcaría?
Palestina es un territorio que existió a lo largo de la historia, territorio bíblico, sellado en la tradición de la humanidad. Hace 58 años sufrió una partición que dio lugar a la creación del Estado de Israel sobre nuestro país. Desde hace 38 años, ya como potencia militar, ocupó el resto (22 %) con nuestra capital Jerusalem Este.
La fortaleza de la OLP y el acuerdo de Oslo de 1993, permitió el retorno del presidente Yasser Arafat en 1994 y ganó las primeras elecciones democráticas en 1996 con el 88.1%, marcando el punto partida en la evolución de Palestina, su infraestructura y como estado democrático y laico con igualdad de derechos.
Luego de la muerte de nuestro padre de la patria, Yasser Arafat, apelamos a nuestra ley básica y los artículos 5° y 13°, llamamos a elecciones presidenciales y se destacó la madurez de nuestro pueblo y sus ejemplares elecciones democráticas bajo la ocupación, con el triunfo del presidente Mahmoud Abbas con el 62.6%.
- ¿Considera que es posible que Abbas controle a los grupos radicales?
El presidente Abbas tendió su mano firme y sincera a Sharon en Sharam el Sheij, Egipto. Pero un pueblo expoliado, con su país bajo la ocupación desde hace 38 años y frente a una potencia nuclear, que prohíbe su desarrollo, ahogando su vida y asfixiando su geografía, no se le puede pedir que no resista.
Lo hicieron todo los pueblos, ustedes mismo los argentinos lo hicieron, ¿no es acaso nuestro derecho para poner fin al colonialismo israelí?. En 1993, quisimos cambiar la historia, era una necesidad de ambos.
Yitzhak Rabin comprendió la “Paz de los Valientes” propuesta por Arafat, pero lamentablemente a nuestro socio lo asesinó un terrorista israelí. Después, ningún israelí tuvo la fortaleza de seguir el proceso, hasta que la provocación de Sharon en el 2000 incentivo la reocupación israelí y la intifada palestina.
Sharon llegó al poder, desmanteló los acuerdos y comenzó la construcción del muro de apartheid dentro de Palestina ocupada; amplio sus asentamientos y asesinatos selectivos. Como consecuencia dos pueblos: el palestino e israelí volvieron a saborear la muerte, compartiendo el dolor y el sufrimiento.
- Palestina ¿está dispuesta a buscar la paz?
Por supuesto. Pero Israel debe poner fin a la ocupación. Se tiene que restituir el Estado de Palestina con Jerusalem Este como capital en la línea del 4/6/67 según las resoluciones de la ONU.
Debemos pensar en nuestros hijos y en la región. El mundo árabe seguramente reconocerá a Israel y a partir de esa instancia Palestina e Israel junto al resto de los países árabes vecinos deberán formar un bloque común con flexibilidad de fronteras y dignidad para todos los pueblos. Europa es un ejemplo, también ellos tuvieron una guerra.
- ¿Cómo diferenciaría el carisma y el manejo político entre Arafat y Ariel Sharon?
Arafat es el padre de la patria. No se lo puede comparar con Sharon. Se puede comparar con los grandes libertadores del mundo. Por ejemplo, puede ser con el General San Martín, que llevó a su pueblo y a parte del continente a la libertad e independencia y ese fue el proyecto de Arafat. Esta es la diferencia entre un libertador y un jefe de una potencia ocupante.
- ¿Qué opina de la retirada momentánea de los asentamientos?
Toda retirada se debe encuadrar en las resoluciones de la ONU y el Mapa de Ruta. No debe haber retirada unilateral sino pactada.
ARAFAT, UN LIDER VIGENTE
El embajador mostró una profunda admiración por su líder quien los saco del exilio y los llevó a su tierra recuperando su identidad.
Esto parece reproducirse en todo el pueblo. “No recuerda la historia semejante funeral de un pueblo por su líder, viendo a miles levantar su ataúd con pasión y amor. La ONU y el mundo lo respeto como Jefe de Estado, basta ver la despedida de Francia, de cada uno de los lideres internacionales y su funeral presidencial en Egipto. Lamentamos que Sharon lo cercara militarmente hasta martirizarlo. En lo personal, tengo muchas vivencias y recuerdos, pero tengo una escala especial: Jesús, el Salvador, aquel palestino, judío y cristiano, que anticipo la llegada del Islam y entregó su vida para redimir la humanidad. Mis padres, palestinos, que me permitieron nacer en Jerusalem, muriendo en el exilio y Arafat, el jerosolimitano, maestro y libertador”.
Arafat ganó las primeras elecciones en 1996 con el 88,1% de los votos.