Diario
UNO
Mendoza,
Domingo 26 de mayo de 2002
Israel sólo nos ofreció el apartheid (ver)
El embajador de Arafat en Argentina busca apoyo para el Estado palestino y descarga denuncias
Por Pablo Patiño, de la redacción de UNO
Acallados los ruidos de los tanques que durante más de 40 días cercaron el cuartel general de Arafat en Ramalah y disminuido el caudal de imágenes que muestran la desigual guerra entre israelíes y palestinos, el gobierno de Arafat intenta –con la buena voluntad y valentía de sus seguidores– llamar la atención del mundo hacia el restablecimiento del Estado palestino.
Con este propósito estuvo en Mendoza el embajador de la Autoridad Nacional Palestina en la Argentina, Suhail Hani Daher Akel, un diplomático tan comprometido con la causa palestina que obvió dar sus detalles particulares –sólo dijo que nació en Jerusalén en 1946– para dedicarse de lleno a hablar de la misión que le encomendaron desde Cisjordania y Gaza.
Daher Akel es un aguerrido defensor de la gestión de Arafat y un puntilloso reprochador de cada una de las violaciones cometidas por Israel contra el pueblo palestino y las resoluciones de la ONU. Critica también a los intelectuales palestinos que desde la diáspora cuestionan la gestión del rais.
En la solapa de su impecable traje brilla la bandera palestina y con un español casi rioplatense responde seguro sobre la crisis de su pueblo, la ocupación israelí, la actitud de las Naciones Unidas y el papel de “garante” que hace Estados Unidos.
- ¿Usted está de acuerdo con el plan de Oslo?
-Nosotros llegamos a Oslo con muchas esperanzas. Antes de los acuerdos de Oslo la OLP en 1974 y después de la reunión de Fez ya había ofrecido la posibilidad de reunirse con Israel para dialogar sobre la base de los territorios ocupados en la guerra de 1967 y restablecer el Estado de Palestina en los territorios de 1967, incluyendo Jerusalén Este como capital.
El rechazo de los israelíes no se hizo esperar como tampoco se hizo esperar el rechazo que nos movió a reunirnos en la cumbre de Madrid de 1991, que afortunadamente y gracias a los acuerdos secretos que veníamos llevando adelante con una parte del liderazgo israelí, nos dio lugar y nos permitió firmar los acuerdos de Oslo en 1993. Acuerdos que han debido finalizar el 4 de mayo de 1999 con la restitución del Estado palestino. Acuerdos que fueron violados por Israel y que no dio lugar a ese restablecimiento.
Un nuevo acuerdo firmado por Ehud Barak en septiembre de 1999, que debía haber finalizado en septiembre del 2000, en donde también nos debían restituir el Estado de Palestina, tampoco fue cumplido por Barak, que se mostró en ese momento como una personalidad comprometida con la paz, que estaba haciendo ofertas y superofertas israelíes a los palestinos. En verdad lo que el señor Barak había presentado en la reunión del 4 de mayo del 2000 al presidente Arafat y al presidente Clinton era el mapa del futuro Estado palestino diseñado con la pluma de la ocupación. Es decir, dividido en cinco cantones controlado por los israelíes. El espacio aéreo y el mar iban a ser controlados por los israelíes. Todo el territorio iba a ser cruzado por rutas nacionales israelíes bajo control israelí que modificaban la vida y la geografía del territorio palestino, fundamentalmente Jerusalén Este. De modo que lo que estaba otorgándonos el señor Barak no era un estado soberano, independiente, libre, tal como nosotros firmamos los papeles con Israel, sino que nos estaba ofreciendo un apartheid.
–¿Por qué está de acuerdo con Oslo si no se han modificado en nada las pretensiones israelíes?
–Porque cuando nosotros firmamos un acuerdo lo hemos firmado sobre una base de un acuerdo entre las partes y se supone que es un acuerdo internacional, con la garantía de Estados Unidos y Rusia y donde ese acuerdo estaba desarrollado sobre la base de resoluciones jurídicas internacionales 242 y 338, de 1967, que pide a la potencia ocupante, que es Israel, como está caratulada en Naciones Unidas, el retiro de los territorios ocupados desde el cinco de junio de 1967, de modo que nosotros hemos firmado con toda la limpieza de nuestro corazón ese acuerdo y finalmente nos hemos dado cuenta que hemos sido defraudados tanto el pueblo palestino como el pueblo israelí.
“Las Naciones Unidas tiene resoluciones complacientes con Israel y contundentes con Cuba, Libia e Irak”
–Pero eso no parece importarle a Israel, que sigue con las represiones y con más asentamientos ilegales.
–Porque han violado los acuerdos, del mismo modo que han violado todas las resoluciones de Naciones Unidas y que la han convertido en tinta sobre papel, incluso han violado la resolución madre de Naciones Unidas que es la 181/2, que le permitió nacer a Israel sobre el territorio de Palestina, ya que la ONU le otorgaba el 55 por ciento de mi país y ellos crearon el Estado de Israel con el 78 por ciento ocupando el sector occidental de Jerusalén de modo que ellos nacieron sobre la base de la impunidad, del terrorismo sionista que venían llevando adelante, porque la construcción del Estado israelí se hace sobre la base de la demolición de 387 ciudades y viviendas palestinas.
Es decir, nosotros esperábamos verdaderamente que Israel resuelva esta situación de permanente violación a las resoluciones de la ONU, a los acuerdos internacionales, a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al cuarto convenio de Ginebra de 1949 y se encarrilara dentro de un marco internacional acorde al resto de los países del mundo. Firmamos un acuerdo, no firmamos un papel entre dos partes, hemos firmado un convenio internacional al que Israel no ha respetado, al que Israel ha violado y al que la garantía de Estados Unidos le ha aplicado con todo rigor su carácter de garante para obligar a la parte que ha asumido esta desinteligencia a corregirla y a encuadrarse dentro de los acuerdos firmados.
–¿En que condiciones van a negociar con esta situación actual?
–Hoy ya no hay acuerdo de Oslo. Los acuerdos de Oslo finalizaron. Hoy estamos bajo las iniciativas de George Tenet, ex jefe de la CIA. Estamos sobre la base y la iniciativa anterior de George Mitchel, ex senador norteamericano, de modo que sobre la base de estas iniciativas y el fondo jurídico de Oslo es donde nosotros tenemos que llegar a un acuerdo. Ya no hay más acuerdo de por medio, ya tiene que haber el restablecimiento del Estado palestino, ya no queda espacio para que nosotros firmemos más acuerdos de los que hemos firmado desde el 13 de setiembre de 1993 hasta la fecha y donde estos acuerdos y más acuerdos han sido absolutamente violados por la potencia ocupante.
–¿Qué les queda a los palestinos o con qué argumentos van de nuevo a negociar?
–Acá no hay argumentos. Acá hay determinaciones concretas y contundentes. Nosotros queremos definitivamente que la comunidad internacional y principalmente Estados Unidos pasen de la diplomacia del discurso a la diplomacia de la acción y que las resoluciones de Naciones Unidas, que condenan a Israel, no tengan carácter VIP para ser convertidas en tinta sobre papel y que Estados Unidos aplique con la misma contundencia lo que aplica sobre otros países que no respetan las resoluciones de la ONU.
Yo quiero decir que aquí evidentemente hay dos tipos de resoluciones de Naciones Unidas. Unas que son complacientes, como es el caso con Israel, y otras que son contundentes como son aquellas contra Cuba, Irak, Panamá, Libia y Yugoslavia.
Nosotros no pretendemos que haya una fuerza aliada que destruya a Tel Aviv tal como se destruyó a Bagdad. Ni tampoco queremos someter al pueblo israelí a un boicot económico tal como está sometido el pueblo cubano, ni tampoco queremos que haya 400 mil muertos como en Afganistán. Nosotros queremos que realmente se proceda a una presión efectiva que encarrile a Israel por el sendero del marco jurídico internacional de un Estado libre e independiente y soberano para que ponga fin a la ocupación a otro Estado y dé la posibilidad, dentro del marco jurídico internacional, al restablecimiento del Estado de Palestina.
–Además del enfrentamiento con Israel, ¿Arafat debe afrontar situaciones de divisiones internas que impiden la unidad entre palestinos?
–No, en absoluto. No es algo que nos tenga preocupados en este momento. Nosotros somos una democracia. Históricamente la Organización para la Liberación de Palestina ha tenido dentro de su seno, dentro del Parlamento, que es el Consejo Nacional Palestino, el sistema democrático para elegir a sus miembros, a su presidente. De modo que somos una democracia que hemos podido desarrollarla sobre el terreno a partir del retorno del exilio del presidente Yasser Arafat el 1de julio de 1994, cuando llamó a elecciones para enero de 1996 y que ganó con el 88,1 por ciento de los votos. De modo que nosotros somos una democracia similar a la de Israel. Por otro lado, hoy la principal preocupación del liderazgo palestino, de Arafat y del pueblo palestino es poner fin a la ocupación. Nosotros esperábamos la restitución del Estado palestino en 1999 para después formar la estructura democrática del Estado palestino. Sin embargo hasta el día de hoy no hemos podido restablecer nuestro Estado palestino. ¿Usted piensa que nosotros podemos ofrecer elecciones democráticas libres bajo la ocupación?.
Textual
“Barak nos ofreció el mapa del futuro palestino diseñado
con la pluma de la ocupación”.
“El Estado israelí ha violado todos los convenios firmados con los palestinos ante las Naciones Unidas y de países como Estados Unidos y Rusia”.
“Queremos que se obligue a Israel a que cumpla con los acuerdos firmados”.