Inicio

De la Pluma


Poesías

Jerusalem

Olivos por la Paz

Diplomáticas

Personalidades en fotos

Entrevistas

Reconocimientos

En lo académico

Línea de tiempo

Intro

Una vida dedicada a la paz entre los Pueblos y
la dignidad y libertad para su pueblo de Palestina

Diario La Nación
Buenos Aires, 21 de marzo de 2005
Sección: OPINIÓN

Palestina frente a la historia (ver)

Por Suhail Hani Daher Akel *
Para LA NACION

Es cómodo descansar en el sillón ajeno, asumir el conflicto palestino-israelí minimizando al otro, desconocer la milenaria presencia del semita pueblo palestino en su tierra y olvidar las 27 invasiones que desde 1515 a.C. hasta la actual ocupación israelí supo resistir el pueblo palestino.

Hay quienes desean reemplazar mágicamente el derecho antiguo del pueblo palestino a su tierra, adjudicándoselo exclusivamente a Israel, sin tomar en cuenta que la partición de la ONU, en 1947, fue sobre Palestina, y que su pueblo no fue consultado.

Para ese entonces, Palestina, que salía de la ocupación otomana-turca de 397 años, quedó bajo la ocupación británica y soportaba el terrorismo sionista. Cabalmente, el científico Albert Einstein, que rechazó ser el primer presidente del Estado judío, preocupado, le consultó a Jaim Waizmann, de la Agencia Sionista: "¿Qué será de los árabes si Palestina es entregada a los judíos?" Waizmann le respondió: "¿Que será de los árabes? No creo que eso tenga mucha importancia".

El derecho de la memoria le asiste a todo pueblo oprimido. Este derecho lo tiene el pueblo palestino, que sufre la injusticia, la degradación y la humillación de la potencia ocupante. No se puede ignorar el tsunami impuesto al pueblo palestino desde la creación de Israel, hace 58 años, ni la ocupación de 1967, hasta llegar a la actual tragedia, rodeados de muros de apartheid, asentamientos que asfixian su geografía, destrucción de sus hogares y crímenes masivos. Con la agravante del martirio de su padre de la patria y Nobel de la Paz, Yasser Arafat.

Evocamos a Joseph Weltz, jefe de la Agencia de Colonización Judía, quien escribió, en 1940: "Entre nosotros debe estar claro que no hay espacio para ambos pueblos juntos en este país..." En 1969, Golda Meir confesó al Sunday Times: "No hay nada que se llame palestinos; ellos no existen".

La fundación de Israel con el 78% del territorio palestino, porcentaje mayor al 55% asignado por la resolución 181, es una violación del decreto original. La ocupación israelí en 1967 del restante 22 por ciento de Palestina, incluyendo Jerusalén Este, y la incapacidad de frenar el volumen militar de Israel, fueron los factores que mantuvieron encendido el fuego de la violencia. El pueblo palestino no se detuvo en el tiempo ni trató de desdibujar la historia. Sobre las concesiones dolorosas y la pérdida de una importante cantidad de su territorio, aplicó la sapiencia coránica: "Es sabiduría de la vida el soportar con paciencia y perdonar". Soportaron, perdonaron, reconocieron al otro y buscaron una solución digna. Para Israel no fue suficiente. Era necesario demonizar al pueblo y al liderazgo palestino. Era importante demostrar, desde el altar de la confusión, que Israel no fue fundado sobre Palestina, pero que los piadosos gobiernos israelíes permitirán la creación de un Estado palestino sobre una parte de la tierra israelí.

Frente a la pérdida de Arafat, presidente democrático que ganó las primeras elecciones en enero de 1996, con el 88,1% de los votos, el pueblo palestino bajo la ocupación continuó con su legado, votando, con el 63%, al presidente Abu Mazen.

Cuando, en 1993, se alcanzó el acuerdo de Oslo, Ariel Sharon lo criticó y dijo que jamás lo pondría en practica. Un terrorista israelí mató a nuestro socio Yitzhak Rabin y los acuerdos e iniciativas fueron al fracaso. La "hoja de ruta" firmada en junio de 2003 acordó un segundo cese de fuego, pero Israel lo violó, sumando 3700 mártires palestinos, con más de 39.000 heridos y continuando con su odioso muro.

Luego de 12 años de acuerdos convertidos en tinta sobre papel por Israel, la apuesta por la Paz de los Valientes, propuesta por Arafat, mantuvo firme a Palestina. En Sharm El Sheij, el 8 de febrero, el presidente Abu Mazen tendió su sincera mano al premier Sharon. A diferencia de Abu Mazen, que pidió el fin de la ocupación, Sharon no incluyó esa expresión en sus discursos.

El auspicioso tercer cese de fuego fue quebrado por Israel con 18 muertes, casi 200 heridos, demoliciones de viviendas y la anexión, el 19 de febrero, de un siete por ciento del territorio palestino al sur de Jerusalem Este. La cumbre londinense de apoyo al liderazgo palestino -que incluyó a la ONU, Europa, Estados Unidos y Rusia y que respaldó la idea de "un Israel a salvo y seguro y una Palestina independiente, viable, democrática y territorialmente contigua, viviendo lado a lado en paz y seguridad"- y la convocatoria de paz de Francia para julio próximo son un aliciente. Pero sólo quedará en deseos si no se pone fin al muro y a la ocupación, de manera total, como lo exige la ONU, y no de modo unilateral y parcial, como pretende Israel.

* El autor es Embajador de Palestina en la Argentina

Volver

Volver
Página en inglés