Diario
Clarín
Buenos Aires, Lunes 15 de agosto de 2005
Peligrosa semántica israelí
(ver)
Por: Suhail Hani
Daher Akel
Embajador
Palestino en Argentina
¿A qué se refiere el premier israelí Ariel Sharon con
su "Plan de Desconexión" y su iniciativa unilateral, sin
compromisos firmados ni con el gobierno palestino ni con la ONU?
La salida parcial de un 6% del territorio palestino ocupado desde hace 38
años muestra el poco interés de poner fin el conflicto e incentiva
la violencia. El término "desconexión" no es una figura
jurídica avalada en la Convención de Ginebra de 1949. Como tal,
las resoluciones de la ONU exigen un retiro militar total de los territorios
palestinos ocupados en 1967, incluyendo Jerusalén Este.
Gaza podrá respirar aire de libertad o será el encierro de una gran presión, con el control de Israel sobre el mar y de cada vida del millón y medio de palestinos que quedarán separados de su pueblo de Cisjordania. Más grave aún son los 400 mil colonos y 200 asentamientos que están en Cisjordania y Jerusalén, sin que haya un deseo de Israel de dar una solución.
En su romántica expresión, el presidente israelí Moshe Katsav no debió pedir perdón a los colonos por sacarlos, sino por haberlos llevado a un territorio extranjero para colonizarlo. Y cuando intentan mostrar la furia de los colonos obligados a abandonar ese lugar que ocuparon desde hace 30 años, quizás se note mejor el dolor palestino tras ser expulsados de esa tierra, luego de residir miles de años en ella.
Mientras la peligrosa semántica israelí fija las miradas del mundo en Gaza, Sharon continúa la construcción del Muro de Apartheid, que alcanzará 720 kilómetros y se quedará con el 58% de Cisjordania.
El mundo, la mayoría israelí y el pueblo palestino sueña con ver la paz. Pero si ésta no se da con dignidad, es difícil.