Revista
Acción
Buenos Aires – Primera quincena de febrero de 1996
SUHAIL
AKEL
Jerusalem será la capital (ver)
El representante en Argentina de la Autoridad Nacional Palestina imagina un futuro de paz en Medio Oriente
“Estas han sido elecciones democráticas en las que el pueblo palestino tuvo oportunidad de elegir a sus representantes mediante el voto secreto y en un marco de absoluta armonía. Esta es una prueba más de que nuestro pueblo está preparado para conducir su Estado de manera totalmente independiente”, dijo a Acción Suhail Akel, representante en la Argentina de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
-¿Cuáles son las perspectivas de aquí en más?
- Tenemos como prioridad, en el marco de los acuerdos con Israel, recuperar Hebrón, una de las ciudades sagradas más grandes de Palestina. Y al mismo tiempo, abrir paso a la próxima etapa de los acuerdos de Oslo, que comienza en mayo de este año, donde se definirá el status final de nuestra capital natural e histórica, Jerusalem, se pondrán límites fronterizos y se tratará el tema de los refugiados. A partir de allí, llegaremos a 1999 con un Estado de Palestina independiente.
- Uno de los grandes desafíos para la ANP es el desarrollo económico de Palestina...
- Entiendo que es una responsabilidad internacional garantizar el desarrollo económico de nuestro pueblo en esta nueva etapa. La comunidad internacional debe apoyar la reconstrucción de nuestro país, así como en su momento tomó la decisión de partir nuestra tierra palestina. En esto ha habido buenas señales en las últimas semanas, con la conferencia que se llevó a cabo en París, para financiar a Palestina. Esto significa 800 millones de dólares que la Unión Europea entregará en el plazo de un año para la reconstrucción. Por otro lado, nuestra representación aquí en Argentina obtuvo el status diplomático. Además, existe una Cámara de Comercio Argentino Palestina, abocada a promover lazos económicos, culturales y sociales entre ambos países. Esta Cámara ya realizó contactos con prominentes empresarios interesados en invertir en nuestro país y se prepara la primera misión empresaria argentina para visitar nuestra tierra.
- ¿Qué sucedería si el Likud accede nuevamente al gobierno en Israel?
- Nosotros esperamos que eso no ocurra, pero llegado el caso de que el Likud gane las elecciones israelíes, creemos que los tratados no fueron firmados por los israelíes, sino por Israel, que asumió los compromisos con el auspicio de Estados Unidos y Rusia. Estos países son en definitiva quienes deberían garantizar el cumplimiento de los acuerdos.
- ¿Hasta que punto es peligrosa la actividad de los grupos ultraderechistas israelíes que se oponen a este proceso?
- Eso es peligrosísimo. Son sectores que se encuentran principalmente entre los colonos israelíes, personas preparadas para llevar adelante actos de terrorismo, tienen armas de guerra y permisos para usarlas contra los palestinos. Todo eso, si Israel no toma determinaciones firmes, va a complicar cualquier proceso de paz que intentemos. La gravedad de esto fue demostrada con el asesinato de Isaac Rabin: no les tembló la mano para matarlo.
- ¿Cómo imagina el futuro de una Palestina libre de ataduras y de ocupantes, y cómo prevé que será la relación con los israelíes?
- Imagino un futuro de paz. Hemos cambiado décadas de violencia por un período de diálogo y confraternización que creo irreversible. Veo un nuevo milenio con israelíes y palestinos entrelazados por relaciones comerciales, culturales y sociales, donde cada uno sabe perfectamente qué es lo que le pertenece y con respeto mutuo entre ambos pueblos. Yo, personalmente, hace pocos meses retorné a mi tierra luego de largos años de exilio. También pude visitar Israel. En ambos países busqué el contacto con la gente de la calle: noté que tanto palestinos como israelíes quieren vivir en paz y no seguir cosechando muertos.
- Queda pendiente un tema difícil: Jerusalem
- Jerusalem, como lo dijo el presidente Arafat, será como Roma: capital de dos Estados. La decisión unilateral israelí que decretó que Jerusalem sería la capital única e indivisible de ese país, en 1980, fue condenada por las Naciones Unidas veinte días después. Jerusalem será la capital de Israel y de Palestina.